Donut Riders: México pisa el acelerador en el mundo del gaming
En una industria dominada por gigantes internacionales, un estudio mexicano da el golpe sobre la mesa con una propuesta que mezcla irreverencia, estética vibrante y diseño de clase mundial. Donut Riders, el primer videojuego de carreras en pistas de mundo abierto hecho en México, es el debut con el que Outrise Studios busca dejar huella en el universo gamer.
Desarrollado por un equipo multidisciplinario de más de 30 profesionales durante cinco años, Donut Riders es mucho más que un videojuego: es una carta de presentación de lo que México puede aportar al gaming global cuando talento, creatividad y visión de futuro se combinan con tecnología disruptiva y narrativa original.
“Este juego refleja la convergencia entre lo humano y lo tecnológico. No se oponen, se complementan”, asegura Verónica Veana, directora creativa y cofundadora del estudio, quien resalta la estética única y el propósito emocional detrás del proyecto.
Donas que corren, combaten y conquistan
El universo de Donut Riders es una mezcla deliciosa entre carreras tipo rally, batallas caóticas y minijuegos que pondrán a prueba reflejos, ingenio y velocidad. Sus tres modalidades —Donut Rush, Battle / Flame Feast y Minijuegos— están ambientadas en pistas de fantasía comestible, con personajes coleccionables y combates frenéticos que invitan a jugar en modo local o con amigos.
Inspirado en la cultura pop y diseñado para una comunidad multigeneracional, el juego se lanza primero en Steam, con una versión inicial bajo el nombre Locura en el Desierto, que busca financiamiento vía Kickstarter para su lanzamiento completo.
La campaña arranca el 22 de mayo, con una meta de 30 mil dólares, y ofrece recompensas únicas: desde skins y soundtracks exclusivos, hasta créditos especiales dentro del videojuego y patrocinios de marca por seis meses.
Un mercado listo para despegar
México no es ajeno al boom del gaming. Con más de 76 millones de jugadores activos, un gasto promedio anual de $5,500 pesos por gamer y una industria que genera 2,300 millones de dólares al año, el país lidera el sector en América Latina, según datos de Santander y Endeavor.
En este contexto, propuestas como Donut Riders no solo tienen mercado, sino una comunidad creciente dispuesta a invertir en experiencias únicas, narrativas frescas y desarrollos independientes con identidad propia.
Tecnología, storytelling y comunidad
El juego también destaca por su trasfondo narrativo: en un mundo donde la inteligencia artificial domina, un chef tradicional crea por accidente una dona con vida. Así nace Dosty, una dona-dron que lidera una revolución comestible junto a las Ronnies, sus compañeras corredoras. Una historia que combina humor, resistencia artesanal y crítica tecnológica, ideal para una generación que busca entretenimiento con propósito.
Además, Donut Riders ya cuenta con canal oficial en Discord, donde los gamers pueden interactuar directamente con el equipo de desarrollo, compartir ideas y formar parte activa de la evolución del proyecto.
¿Por qué importa para el ecosistema empresarial?
Porque es prueba de que la creatividad mexicana puede competir globalmente. Porque construye comunidad, apuesta por propiedad intelectual nacional y crea valor con un enfoque innovador. Y porque representa el tipo de proyectos que el ecosistema empresarial debe mirar con atención: aquellos que transforman ideas en experiencias digitales, entretenimiento en narrativa con causa, y juegos en plataformas de impacto económico y cultural.