¿Sabías que por no cuidar tu alimentación, también puedes estar perdiendo dinero?
Sí, como lo lees. Por no cuidar nuestra alimentación, también podemos perder dinero.
Y creo que como a ti, como a mí, no nos gusta perder dinero.
En la consulta, con amigos y familiares, percibo la prisa y la urgencia por cuidar nuestros trabajos, empresas, la casa, atender las necesidades del hogar, nuestra pareja y nuestros hijos. Sin embargo, no aparece en nuestras agendas, la planeación de los menús que comeremos o el ejercicio que realizaremos en los próximos días ¿Te identificas con lo que te comparto?
Y es que nuestro cuerpo está preparado para el equilibrio, también conocido como “homeostasis”, hasta donde le sea posible, pondrá en marcha una serie de regulaciones fisiológicas con el fin de preservar nuestra vida, a pesar de saltarnos el desayuno, de estar sentados la mayor parte del día o la cena abundante que comimos el fin de semana pasado, viendo tal vez nuestro celular, la serie favorita, nuestro partido favorito.., por X vez.
Y es cuando repetimos una serie de hábitos que nos llevan a enfermarnos en forma crónica como lo es la obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus, daño renal o enfermedades del hígado; por citar algunos padecimientos, no son enfermedades que tengan su origen de 1 día a otro. Estos eventos de salud desfavorables son la suma de diferentes factores y hábitos no saludables que hemos ido acumulando y sorteando por varios meses o años.
.¿Le dedicas más tiempo al cuidado de tu trabajo, que a tu salud?, también esto puede mermar tu economía y el bolsillo de tu familia, ya que al contraer alguna de estas enfermedades, es necesario solventar los gastos para su tratamiento, afecta tu calidad de vida, tu bienestar físico, mental, emocional y por consiguiente tus años de vida productivos y la economía de tu familia, al haber menores ingresos para destinarlo a la educación, por lo que en muchos hogares se perpetua el ciclo de pobreza y por lo tanto en la economía de un país.
De acuerdo a Robert W. Fogel (Premio Nobel de Economía en 1993) encontró que más de la tercera parte del crecimiento económico de Inglaterra en los últimos 200 años puede atribuirse a mejoras en la alimentación.
Por lo que los eventos adversos sobre la salud de un individuo son relevantes debido a que implican costos monetarios, menos años de vida laboral y por tanto menos ingresos en el mercado laboral y la generación de valor en la economía de un país.
Esta columna, forma parte del primer capítulo donde abordaremos la importancia de poner en marcha hábitos saludables en nuestra vida.
Magali Luna.
Economista y Nutrióloga con Especialidad en Alimentación Consciente y Atención Plena por EISANE, Health Consulting & School, con experiencia en consulta privada de Nutrición Clínica, así como colaboradora en el Área de Bienestar para El Puerto de Liverpool; brindando pláticas y talleres para mejorar la salud de personal de salud y personal en situación de vulnerabilidad.
Contacto: https://lunamagalisol.wixsite.com/my-site
-De acuerdo con la reflexión que esas enfermedades derivadas de los malos hábitos alimenticios y de ejercicio no son de un día para otro, es el resultado de mucho tiempo, así que será bueno reflexionar y cambiar esos hábitos por unos más sanos. Gracias por la reflexión.