¿Quién abanderará el cambio en las empresas en era posCovid?
Por Uriel Naum Ávila*
Todos sabemos que el mundo se transformó y que las organizaciones deben adaptarse a esta nueva realidad, pero ¿Quién será el encargado en las empresas de liderar el cambio y bajo qué conocimientos generará la estrategia de hacia dónde y cómo llegar? Es la pregunta que más de uno se hace.
Pues bien, esa figura son los deoístas o encargados del desarrollo organizacional (DO), un rol que no es nuevo pero que no todas las empresas tienen la fortuna de tener en su organigrama y que hoy más que nunca se vuelve indispensable para gestionar el cambio y las turbulencias en el actual escenario VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), que cada vez más especialistas reconocen como TUNA (Turbulento, Incierto, Novedoso, Ambiguo).
En el pasado reciente, los deoístas eran los encargados de la gestión del cambio en procesos como, por ejemplo, una fusión entre empresas, una adquisición de una marca o la implementación de un nuevo ERP (un Sistema de Planeación de Recursos Empresariales), situaciones que, por lo regular, implican modificar procesos y alinear los objetivos en la organización para que todos se adapten a las nuevas “reglas del juego”.
Pues bien, la pandemia ha venido a recordar la relevancia de este rol en las empresas, pues si bien es tarea del CEO ser el capitán de la compañía, ni él ni otros altos directivos cuentan con los conocimientos metodológicos para implementar estrategias que pongan a las personas en el centro de la organización y las conviertan en el factor real de cambio para enfrentar la nueva realidad (turbulenta) que ha dejado a su paso el Covid-19.
Sólo un dato sobre esto: “cerca del 70% de las iniciativas de cambio fallan, siendo las principales barreras la falta de decisión y capacidad para invertir en la calificación de los recursos humanos”, de acuerdo con Harvard Business Review.
Pensemos en lo que ha implicado el home office, la comunicación entre jefes y subalternos a distancia, el cumplimiento de objetivos en situación de confinamiento, el cansancio mental de los colaboradores por tener que laborar bajo condiciones nunca antes exploradas, la adaptabilidad forzada al mundo digital, entre muchas otras condiciones que alteraron para siempre la vida corporativa.
“El 2020 ha desafiado los procesos y dinámicas de trabajo en todos los ámbitos y sectores productivos, además de que la pandemia por Covid-19 que se vive a nivel global ha desafiado, tanto a organizaciones como a individuos, a romper paradigmas y desarrollar nuevas capacidades para ajustarse a una nueva realidad. En este contexto, es clave que las compañías realicen un plan estratégico basado en su principal fortaleza: el capital humano”, considera Ana Elena Espinosa Romero, Consejera Directora de la Asociación de Profesionales de Desarrollo Organizacional (PRODESO).
Los principales aliados de los Desarrolladores Organizacionales en la empresa son el CEO, al permitir la aplicación de estrategias de gestión del cambio, pero también Recursos Humanos, un área con la que los deoístas trabajan en conjunto para adoptar estrategias de adaptabilidad (como la generación de equipos de alto rendimiento) a las nuevas circunstancias del entorno, del sector o de la propia organización.
La buena noticia es que en casi toda Iberoamérica hay profesionales de DO, principalmente en países como Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Costa Rica, Venezuela, México y España; la mala noticia es que son pocas las escuelas de educación superior que tienen una oferta educativa de DO.
Ciertamente comienzan a existir esfuerzos importantes para intercambiar experiencias en la región entre despachos de DO o eventos donde se busca replantear la labor de los deoístas en la nueva era postCovid, como el Foro Iberoamericano de Desarrollo Organizacional “Efecto 2020: Liderando el cambio”, que reunirá a profesionales de más de 11 países de manera virtual del 9 al 11 de noviembre, pero hace falta más entendimiento de la importancia de este rol en el C-suite de las empresas.
El DO no es el único rol en que hay que poner los ojos cuando pensamos en la sobrevivencia de las empresas en este entorno TUNA; existen otros como el Customer Experience Officer (CXO) o el Chief Reputation Officer (CRO), que habrán de ganar espacios en las organizaciones del futuro. Pero esos serán temas para otra reflexión.
*El autor es periodista de negocios y consultor en comunicación empresarial.