¿Cómo percibimos la vejez en una población que tiene tendencia natural a ella?
Acabamos de reflexionar el pasado 15 de junio, El Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en el último año, aproximadamente 1 de cada 6 personas, mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios. Siendo los principales el abuso psicológico, abuso financiero y desatención.
En México como en otros países occidentales tenemos un culto a la juventud, a la perfección y aversión a la vejez y lo vivimos en forma cotidiana a través de actividades de los medios de comunicación, de marcas de prestigio, figuras de influencia; que utilizan palabras como “reduce, elimina, desaparece… Manchas, arrugas, canas”. En palabras con nuestros amigos, familiares cuando nos duele alguna parte de nuestro cuerpo o nos sentimos mal, es que “está chocheando”, “el ruco”, “la doña”, “el don”, “viejo” y otras tantas palabras despectivas. En muchas empresas tienen políticas de recursos humanos como la búsqueda de personas menores de 35 años.
En México, desde 1934, la esperanza de vida de la población pasó de 34 años a 75 años.
Así que ha pasado sólo una generación, la transición de sobrevivencia de sólo 34 años a duplicar el período de supervivencia a 75 años y mas.
Sin embargo, en muchos países europeos, la población tiene un ciclo natural a madurar, a disfrutar una esperanza de vida más larga.
La población mundial de mayores de 60 años se duplicará de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050. En muchos países como en México cambiará la pirámide poblacional.
Por lo que es importante revisar prejuicios y creencias erróneas en lo que podemos hacer ante la tendencia natural de la población y de la vida.
Algunos factores individuales que aumentan el riesgo de sufrir abuso y maltrato son la dependencia funcional, como el no tener la capacidad física de realizar actividades cotidianas como caminar, la preparación y la compra de los alimentos, cuidado personal, una mala salud física o mental, el deterioro cognitivo y unos bajos ingresos.
¿Y qué podemos hacer para continuar viviendo con salud e independencia después de cumplir los 60 años?
Cada paso que realizamos a partir de este día, cuenta en el futuro y te doy algunos ejemplos:
Nos cepillamos los dientes para prevenir un dolor de dientes, mal olor bucal, la pérdida de piezas dentarias y la prevención de enfermedades. Y es el acto repetido lo que conforma el hábito saludable y nos ayuda con nuestra salud oral.
De la misma forma como lavarnos los dientes,, podemos incluir en forma paulatina y acumulativa, algunas otras hábitos saludables como:
- El consumo de una alimentación adecuada a tu edad, peso, estatura, actividad física y estado de salud.
- Manteniendo un peso saludable.
- Practicar ejercicio y mantenerse activo a lo largo del día, con el fin de evitar la dependencia funcional.
- Estar activos mentalmente, aprendiendo algo nuevo todos los días, con el fin de prevenir enfermedades neurológicas.
- Cuidar los horarios de sueño.
- Cuidar nuestras relaciones intrapersonales, interpersonales con nuestra familia, compañeros, vecinos, amigos.
- Elaborar un presupuesto de los gastos mensuales y
- Ahorrar para tener una vejez digna e independiente.
- Consumir 1 verdura en cada tiempo de comida, incluyendo colaciones.
- Simplificar nuestra vida, comprar lo necesario, utilizar lo básico, realizar actividades que fomenten nuestro bienestar.
Magali Luna.
Economista y Nutrióloga con Especialidad en Alimentación Consciente y Atención Plena por EISANE, Health Consulting & School, con experiencia en consulta privada de Nutrición Clínica, así como voluntaria en el Área de Bienestar para El Puerto de Liverpool; brindando pláticas y talleres para mejorar la salud de personal de salud y personal en situación de vulnerabilidad.
Contacto: [email protected]