¿Qué hay más allá de las calorías consumidas en la obesidad infantil en México?
Actualmente el 15% de los niños presentan desnutrición y 38% de los niños en edad escolar presentan sobrepeso y obesidad. Es decir, presentamos dos polaridades de malnutrición infantil, tanto por falta como por exceso.
La falta de nutrición como revisamos en la columna pasada, se ve afectada por complicaciones derivadas tanto de infecciones respiratorias como gastrointestinales. Por lo que el lavado correcto de manos, el agua potable y el uso del cubrebocas son medidas que pueden estar al alcance de la mayoría de la población y pueden evitar incluso la muerte del 22% de infantes por estos motivos.
Con relación a la malnutrición por exceso, que ocasionan sobrepeso y obesidad es un tema complejo, donde existe un superávit de las calorías consumidas a las calorías gastadas y otros factores obtusos, como son los siguientes:
- Padres con sobrepeso y obesidad (El 76% de las mujeres y 72% de los hombres presentan sobrepeso y obesidad), es decir figuras de influencia con las mismas características de salud.
- Amplia disponibilidad de alimentos densamente calóricos, hace miles de años nuestros homínidos recorrían distancias muy grandes para el acceso de alimentos, actualmente podemos encontrar alimentos a la vuelta de la esquina.
- Creencias de alimentación sobre lo bueno, malo, gustos, disgustos, supeditadas por las figuras de influencia de los niños.
- Mexicanización de costumbres alimentarias extranjeras.
- Adopción de alimentos altamente calóricos, dulces, grasosos, con sabor intenso, ingredientes añadidos en la dieta habitual.
- Preferencia por productos alimenticios de gran tamaño.
- Alta exposición a publicidad de comida procesada y ultraprocesada.
- Desconocimiento de la población de características de alimentación saludable.
- Prolongados periodos de tiempo de inactividad física
- Cuantiosa exposición a pantallas.
- Consumo de alimentos asociados a emociones de ansiedad, tristeza, felicidad, estrés, miedo.
- Mayor acceso a transporte principalmente en zonas urbanas.
- Migración de poblaciones a zonas urbanas.
- Antecedentes genéticos de sobrepeso y obesidad
- Alteraciones en el equilibrio de microorganismos que habitan dentro de nuestro intestino.
- Antecedentes de macrosomía, bajo peso, lactancia por sucedáneos de leche materna, embarazo de la madre con diabetes gestacional.
Por todo esto, la obesidad se considera una enfermedad progresiva, crónica de características heterogéneas, que está relacionada a aspectos biológicos, psicológicos y sociales y se asocia con un mayor riesgo de mortalidad y al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas que merman la calidad de vida y la economía de las personas y comunidades.
Hoy me gustaría sembrar la duda sobre si tus hijos o sobrinos presentan sobrepeso y obesidad. Para ello me gustaría compartir contigo este ejercicio sencillo: Con una cinta métrica de costura en buen estado, sin pliegues por su uso, mide la circunferencia de cintura de tu hijo, así como la estatura; ambos datos en centímetros. Luego divide la circunferencia de cintura entre la estatura. Si el resultado es mayor a 0.5; tu hijo presenta obesidad abdominal y tiene un mayor riesgo de presentar alguna otra enfermedad metabólica o cardiovascular, por lo que te sugiero contactar a un profesional de la salud en Nutrición, para su atención médica oportuna.
Cuéntame ¿qué te pareció este ejercicio?
Magali Luna.
Economista y Nutrióloga con Especialidad en Alimentación Consciente y Atención Plena por EISANE, Health Consulting & School, con experiencia en consulta privada de Nutrición Clínica, así como voluntaria en el Área de Bienestar para El Puerto de Liverpool; brindando pláticas y talleres para mejorar la salud de personal de salud y personal en situación de vulnerabilidad.
Contacto: [email protected]
